Existe una una razón para el auge del "mindfulness". Esta antigua práctica budista es más de lo que parece a simple vista, y muchas empresas están comenzando a descubrir sus beneficios para la salud. Estudios recientes han demostrado que incluir ejercicios de mindfulness en la rutina diaria detiene la producción de la hormona cortisona y reduce las sensaciones de ansiedad y fatiga. Por lo tanto, probar algunas de estas técnicas durante el día puede ayudar a lograr un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Como no se necesitan herramientas especiales para llevar a cabo estos ejercicios, puedes hacerlos durante el viaje al trabajo o en tu escritorio. A continuación enumeramos cinco actividades rápidas de mindfulness que puedes incorporar a tu vida cotidiana.
Meditar por un minuto
Cierra los ojos, y respira profunda y lentamente. Concéntrate en el movimiento de tu pecho e intenta no pensar en más nada. Si cualquier pensamiento cruza tu mente, reconoce que está ahí pero no le hagas caso y vuelve a concentrarte en tu respiración.
Escuchar atentamente
Es fácil perder la concentración durante una conversación. En lugar de formular una respuesta mientras tu colega está hablando, vacía tu mente y escucha con atención lo que están diciendo. Intenta no pensar en las cosas que tienes por hacer, los planes para la noche o conversaciones pasadas. Concéntrate en el momento actual. Además de ayudarte a recabar más información, esto también te puede ayudar a mejorar las relaciones en el trabajo.
El juego de la observación
Escoge cualquier objeto cercano (un lápiz, el ratón de la computadora o incluso tu corbata) y concéntrate en él durante un minuto. Finge que lo estás viendo por primera vez. Mira con atención su forma, su textura y su estructura. Esto te puede ayudar a vaciar la mente y conectarte con los objetos que te rodean en tu día a día.
Permanecer en el momento
Escoge algo que uses a menudo, como la tetera en la cocina de la oficina, y úsalo como punto focal durante un momento de mindfulness. Piensa en cómo se siente al tacto, cómo funciona y para qué lo usas. Por ejemplo, considera lo fantástico que es que una tetera pueda hervir agua en cuestión de minutos y lo afortunado que eres por tener acceso a agua potable y electricidad.
Tomar un descanso rodeado por naturaleza
Para esto, deberás levantarte del escritorio, pero te hará sentir mejor. Cuando sea la hora del café o del almuerzo, pasea por un parque o un área verde cercana. Si es posible, deja el teléfono y demás dispositivos electrónicos en la oficina y usa este tiempo para concentrarte y escuchar la naturaleza que te rodea. Este es un ejercicio saludable para el cuerpo y la mente, y además te beneficiarás del movimiento físico y la oportunidad de respirar aire fresco.